
Topoguía de la Red Insular de Senderos

Ve la luz un documento de interés turístico y medioambiental de utilidad para recorrer e interpretar el entramado de 21 rutas y 255 km de senderos oficiales habilitados en toda la Isla
El Cabildo de Fuerteventura, desde la Consejería de Medio Ambiente, acaba de finalizar la primera edición de la topoguía ‘Red de Senderos de Fuerteventura GR-131’, un documento de enorme interés turístico y medioambiental que contiene toda la información necesaria para recorrer y disfrutar del entramado de caminos homologados en la Isla, sumando un total 255 kilómetros divididos en 21 recorridos diferenciados.
Para dar a conocer esta herramienta, intervinieron esta mañana en rueda de prensa el presidente del Cabildo, Mario Cabrera, y la consejera insular de Medio Ambiente, Natalia Évora, acompañados de Noelia Sánchez, quien junto a María Castañeyra se ha encargado de coordinar la elaboración de la topoguía.
Natalia Évora explicó que la guía «contiene información detallada y mapas sobre cada una de las 21 rutas, pero también una gran cantidad adicional de datos sobre la Isla -situación, origen, formación, relieve, clima, vegetación y fauna, espacios naturales-, y como complemento una serie de indicaciones sobre los atractivos culturales y patrimoniales relacionados con cada sendero, e incluso las leyendas e historias de carácter etnográfico más interesantes».
Évora y Cabrera coincidieron en señalar que tanto la red de senderos como su topoguía interpretativa siguen «en la línea de poner en valor del espacio rural y natural de Fuerteventura, con la apuesta por un turismo alternativo al sol y la playa y con la declaración de Fuerteventura como Reserva de la Biosfera. Se despejan todas las dudas sobre si esta Isla era un destino atractivo para el turismo de naturaleza. El tiempo nos ha dado la razón y ha demostrado que el convencimiento por la sostenibilidad, el respeto al medio ambiente, la promoción de las actividades tradicionales ligadas al sector primario, la artesanía, los productos de la tierra, y todo aquello que en definitiva nos identifica, es del agrado de quienes nos visitan», dijo Cabrera.
La consejera añadió que, en primer término, «para poder hacer oficial esta red, ha sido necesario que los senderos fueran completamente delimitados y acondicionados, que incluyeran una precisa instalación de soportes en que se plasme la información de cada sendero, y una serie de equipamientos complementarios como áreas de descanso, zonas de paso con barandillas o empedrados en los cauces de los barrancos que eviten la erosión, etc., un trabajo que se ha realizado concienzudamente con muy buenos resultados».
Red Insular de Senderos. Topoguía
El entramado de la Red Insular de Senderos cuenta 255 kilómetros de espectaculares senderos divididos en un tramo de gran recorrido (GR) que cruza la Isla de norte a sur, y otras 12 rutas de pequeño recorrido (PR) y senderos locales (SL) que discurren por los parajes más importantes de la Isla desde un punto de vista natural, paisajístico y medioambiental.
Toda la señalización, los paneles informativos y la topoguía se han realizado siguiendo rigurosamente las directrices establecidas por la FEDME (Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada), puesto que de otra manera no se podría utilizar las marcas registradas (GR®, PR®, SL®) ni incluir los senderos de Fuerteventura en el catálogo nacional. El reconocimiento de la federación supone una garantía de calidad, que abre un abanico de posibilidades de promoción turística y de revalorización del paisaje rural de Fuerteventura.
La topoguía incluye información detallada y mapas sobre cada una de las 21 rutas (situación, origen, formación, relieve, clima, vegetación y fauna), sobre los espacios naturales por los que discurre cada sendero, e información complementaria sobre los atractivos culturales, patrimoniales y etnográficos relacionados con cada uno de ellos.
Incluye también un glosario para interpretar los símbolos de las señales, y una leyenda con los vocablos locales utilizados (jable, alcogida, gavia…).
Igualmente cada ruta viene definida con valoraciones sobre su dificultad, información básica como tiempos estimados, distancias, desniveles, o recomendaciones para el correcto uso de los senderos.
Primera edición y traducción
La primera edición de la topoguía ha contado con un millar de ejemplares impresos, que serán distribuidos entre los sectores profesionales, colectivos de senderistas y ambientales, centros educativos e instituciones, entre otros. Los pasos siguientes están ya previstos, y son su traducción a otros idiomas y su puesta a la venta de cara al público local y turístico.
La topoguía se irá completando a medida que se amplíen los senderos de la red, anunció la Consejería de Medio Ambiente. La primera versión del documento en español se encuentra disponible para su descarga en el siguiente enlace:
La topoguía ha sido editada por el Cabildo de Fuerteventura, habiendo sido realizado íntegramente por un conjunto de empresas y personas de Fuerteventura, entre ellos María Castañeyra y Noelia Sánchez (coordinación y texto), Rosa López (cartografía, con base cartográfica procedente del Instituto Geográfico Nacional – IGN), Alicia Padrón (fotografía y tratamiento digital fotográfico), GayriaStudio, S.L. (diseño y maquetación), Arqueofuer estudios patrimoniales (realización) e Imprenta Gran Tarajal (Impresión); contando con fotografías de aves de la Unidad de Medio Ambiente del Cabildo, y fotografías patrimoniales de la Unidad de Patrimonio Cultural del Cabildo.
Antecedentes
La creación de la Red Insular de Senderos de Fuerteventura se remonta al año 2009, a partir de un proyecto ideado y redactado desde la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo (‘Recuperación y Mejora de Senderos en Fuerteventura’), que tras ser admitido por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino fue dotado de una financiación de 2,7 millones de euros procedentes de los Fondos de Dinamización de la Economía y el Empleo de la Unión Europea.
La empresa Tragsa fue adjudicataria del proyecto y se encargó de ejecutar las obras. Durante dos años se llevaron a cabo los trabajos de acondicionamiento de los 255 kilómetros de senderos, mientras que en los dos últimos ejercicios se ha procedido a elaborar la topoguía y a instalar la señalización y los equipamientos.
Una vez finalizadas las obras a principios de 2013, la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME) –entidad designada por el Ministerio para esta tarea- evaluó los más de 255 Km. habilitados, comprobando que tanto los senderos como sus equipamientos (áreas de descanso, cartles, señales, zonas de paso, barandillas, empedrados…), y la señalización (que debe cumplir una serie de requisitos establecidos relativos a la numeración, categoría, continuidad, duración estimada, dificultad, distancias, etc.) cumplían todos los parámetros de calidad necesarios.
La participación del Cabildo ha sido fundamental en la creación de la Red de Senderos, no sólo como promotor del proyecto, sino asumiendo el mantenimiento de todos los recorridos habilitados a través de las Cuadrillas de Medio Ambiente designadas para estas tareas.
Además, el Cabildo se ha encargado de elaborar la Topoguía que hoy ve la luz tas cinco años de trabajo. La homologación definitiva de la red ha supuesto su inclusión en el catálogo nacional e internacional de senderos oficiales. La Red Insular de Senderos cuenta con un total de 21 recorrido, divididos en 9 tramos del sendero de Gran Recorrido (GR-131, según el catálogo nacional) que recorren toda la Isla de norte a sur, 6 rutas de pequeño recorrido (PR) y otros 6 senderos locales (SL)
TOPOGUÍA DE LA RED INSULAR DE SENDEROS
El GR-131 forma parte de un sendero de carácter internacional que atraviesa la isla de Fuerteventura, de norte a sur, desde Corralejo hasta la Punta de Jandía, incluido el Islote de Lobos.
A lo largo de sus, aproximadamente, 255 kilómetros repartidos en etapas o grandes recorridos (GR), pequeños recorridos (PR) y senderos locales (SL), la presente ruta irá mostrando al visitante una singularidad paisajística y cultural.
Mientras que en muchos lugares del mundo deben suspenderse las actividades al aire libre durante el invierno, la eterna primavera de Fuerteventura hace posible la práctica de todo tipo de deportes, así como el contacto con la naturaleza durante todo el año.
Tanto la señalización de todo el recorrido como la edición de esta topoguía, pretenden favorecer la práctica de actividades, deportivas y recreativas, en un entorno completamente natural.
Situación
Situada en el sector oriental del Archipiélago Canario y a tan sólo unos 100 kilómetros de la costa africana, Fuerteventura es la isla más extensa de su provincia y la segunda de Canarias, tras Tenerife.
Al noroeste y a tan sólo 2 kilómetros se halla la Isla de Lobos, un pequeño enclave natural donde comienza su andadura el GR-131.
Origen, formación y relieve
Según diversos autores, Fuerteventura es la isla más antigua de todo el archipiélago. Cuenta con una edad aproximada 23 millones de años y ha experimentado numerosas erupciones volcánicas a lo largo de su historia geológica, por lo que se caracteriza por la variedad de sus formas y materiales. Algunos de estos materiales pertenecen a las primeras etapas de formación de la isla y tendremos oportunidad de observarlos en el Macizo de Betancuria.
El relieve actual se encuentra en un estado de madurez avanzada. Los intensos procesos erosivos han desmantelado y erosionado fuertemente las tierras de Fuerteventura, convirtiéndola en una isla con extensas planicies y muy poco accidentada. Su altura máxima la alcanza el Pico de la Zarza, con 807 metros.
En la antigüedad fue conocida, entre otros nombres, por “planaria”, lo que revela que es una isla donde dominan los grandes espacios planos.
Clima
Fuerteventura se caracteriza por una acusada aridez debido tanto a su localización geográfica, como a la poca entidad de su relieve. La sequedad es muy acentuada pues, debido a su baja altitud, los vientos alisios pasan de largo sin apenas dejar precipitaciones. Únicamente Jandía y Betancuria presentan diferencias con respecto al resto de la isla, ya que las formaciones de nubes son más frecuentes al ser los lugares que albergan las mayores alturas.
La aridez de la isla se ve acentuada debido a un fenómeno frecuente, común a todas las islas, pero con mayor incidencia en las orientales: la calima (viento seco y cálido). La proximidad de la costa africana hace que el polvo en suspensión generado por las tormentas de arena del Sáhara, llegue a la isla transportado por el siroco.
La unión de estos factores hace posible un maravilloso clima, con escasas variaciones a lo largo del año y con una temperatura media de 21 ºC.
Vegetación y fauna
Las escasas e irregulares precipitaciones, la elevada insolación y las altas temperaturas, determinan la vida vegetal y animal de la isla.
Vegetación
Fuerteventura se caracteriza por presentar una cubierta vegetal bastante pobre, donde no existen formaciones arbóreas densas. Esto se debe, principalmente, a la escasez de precipitaciones y al intenso pastoreo al que se ha visto sometida la isla durante siglos. Aunque la vegetación no sea abundante, Fuerteventura alberga numerosos endemismos, algunos de ellos desaparecidos en la mayoría del planeta.
La formación vegetal más frecuente la constituye un matorral espinoso que se extiende tanto por terrenos llanos como por lomas. La aulaga (launaea arborescens) es una de las especies más abundantes que podremos encontrar, en ocasiones, acompañada del espino de mar (Lycium intricatum), del matomoro
(Suaeda vera) y la rama (Salsola vermiculata).
Los verodes (Kleinia neriifolia), las tabaibas y los cardones (Euphorbia spp.) predominan en determinadas zonas y constituyen los elementos vegetales típicos
de Canarias. Con respecto a los cardones, existe una especie endémica de Fuerteventura que únicamente podremos encontrar en determinadas zonas del sur de la isla, el cardón de Jandía (Euphorbia handiensis).
En Fuerteventura son típicos los bosquetes de palmeras canarias (Phoenix canariensis) y tarajales (Tamarix canariensis). En las cumbres de la isla podemos encontrar ejemplares aislados de bosque termófilo, acebuche (Olea cerasiformis) y almácigo (Pistacia atlantica).
Las plantas barrilleras, como el cosco (Mesembryanthemum nodiflorum) y la barrilla (M. crystallinum), se encuentran bien presentadas, tiñendo de rojo amplias zonas a medida que se aproxima el verano.
En superficies arenosas cercanas a la costa podremos encontrar, como elementos más representativos, a la uvilla de mar (Zygophyllum fontanesii), a los balancones (Traganum moquinii)y a la lecheruela (Euphorbia paralias). Tierra adentro, el arenal contiene una vegetación compuesta principalmente por el corazoncillo (Lotus lancerottensis) y el salado blanco (Polycarpaea nivea), entre otros.
Fuerteventura dispone de buenas representaciones de saladares, áreas inundadas periódicamente por la marea que adquieren gran importancia para la avifauna. En este hábitat, junto con otras especies, se halla presente un matorral denso constituido fundamentalmente por especies pertenecientes a los géneros Suaeda y Salsola, conocidos como “salados”.
En las zonas altas de Jandía podemos encontrar endemismos como el jorjao (Asteriscus sericeus), la margarita de Winter (Argyranthemum winteri), el tajinaste de Jandía (Echium handiense), etc.
También es importante mencionar la presencia de líquenes, que se encuentran ampliamente distribuidos. Abundan en los malpaíses, formando costras adheridas a las rocas.
Por último, cabe destacar la presencia de algunas especies introducidas que han sabido adaptarse perfectamente al clima majorero. Entre ellas se encuentran el mimo o tabaco moro (Nicotiana glauca), las tuneras (Opuntia spp.), las pitas (Agave americana) y los henequenes y (A. fourcroydes).
Fauna
Los invertebrados son el grupo faunístico mejor representado en la isla y, entre estos, los insectos son los que han adquirido un mayor interés.
Entre los vertebrados, las aves son las más representativas, pues incluyen una mayor riqueza de especies. En los llanos majoreros podremos observar a las aves esteparias, como la avutarda o hubara canaria (Chlamydotis undulata fuertaventurae).
En zonas terrosas-pedregosas y barrancos observaremos a la tarabilla canaria (Saxicola dacotiae), un pequeño paseriforme cuya población se encuentra restringida únicamente a Fuerteventura.
El guirre (Neophron percnopterus majorensis), único buitre de Canarias, encuentra su principal refugio en las montañas de la isla majorera.
Entre las aves marinas destacan la pardela cenicienta (Calonectris diomedea) como ave nidificante, y la garceta común (Egretta garzeta) como ave migratoria.
Los reptiles son el siguiente grupo de mayor importancia. Entre ellos se distinguen el lagarto atlántico (Gallotia atlantica), el perenquén majorero (Tarentola angustimentalis) con un mayor número de especies, y la lisa o lisneja (Chalcides simonyi), más robusta que los anteriores y con un reducido número de ejemplares.
Los anfibios están representados únicamente por dos especies de ranas introducidas por el hombre, la rana común (Rana perezi) y la rana de San Antonio (Hyla meridionalis), que precisan de zonas húmedas para subsistir.
Por último, los mamíferos han sido en su mayoría introducidos deliberada o accidentalmente por el hombre, a excepción del murciélago de borde claro (Pipistrellus kuhlii) y la musaraña canaria (Crocidura canariensis). Entre los mamíferos introducidos destacan los domésticos, donde se encuentran la cabra, la oveja, el dromedario, el burro, etc. Los mamíferos no domésticos se encuentran por toda la isla, y reseñamos la presencia del erizo moruno (Atelerix algirus) y la ardilla moruna (Atlantoxerus getulus), especies introducidas recientemente desde África.
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