
El gofio

[su_note note_color=»#faecd6″]Después de la recogida de la cosecha que en ese año fue buena, los graneros de la casa estaban llenos de sacos de trigo, cebada y legumbres, garbanzos, chicharos, millo,y lentejas, teníamos la comida segura ese año, ademas mi abuelo tenia que hacer pajeros, con la paja de las trillas, y especialmente la de cebada y trigo, que cuando se acababa las existencias de hierba verde, y también la seca, se recurrir a ella para dar de comer a los animales una extensa granja compuesta de burros camellos y cabras.[/su_note]
Ese grano acumulado en el granero, servia para el sustento de la familia, y se utilizaba para preparar potajes, hacer gofio de trigo o cebada y a veces se recurría al trueque, intercambio de granos por aceite, petroleo etc. en la tienda de ultramarinos del pueblo.
El gofio se hacia moliendo el grano en el molino, que dependía del concurso de la naturaleza, si hacia viento Fernando el molinero, colocaba las sabanas a las cuatro aspas del molino y comenzaba a danzar las cuatros tiradas por la fuerza del viento y la maquina y empezaba el ritual de dejar caer el grano que previamente se había tostado, por la tolba para a través de ahí llegar a las grandes piedras que las movían la fuerza del viento, y convertían los dorados granos del trigo en esa harina tan peculiar llamada gofio.
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